La juventud

LaJuventud

Paolo Sorrentino me ha gustado bastante en «Il divo» y también me hizo gracia en «La gran belleza». Es un director con planos cuidados, escenas llamativas y un cierto orden y ritmo que me atraen aunque no me terminan de llenar. Me da la sensación de que le puede más la forma que el fondo, o para ser más exactos, se le nota mucho que quiere destacar y además sus películas a veces pasan por fases mágicas que a mí me sacan un poco de la película.

En esta película me pasa como en esas otras dos, que tiene imágenes poderosas, visualmente muy atractivas, un rollo entre decadente y bonito con muchas escenas que te intentan ordenar la película y meterte en su ritmo. Especialmente todas las que presentan las actividades del balneario o al personal entrando y saliendo, pero hablando de entrar y salir, a mí ese estilo me acaba sacando de esta película.

Mira que son buenos actores Michael Caine, Harvey Keitel o Rachel Weisz. Y que los temas que van tratando en la película sobre el envejecer, lo que sabes de la gente que conoces hace tiempo y lo que te oculta, los sentimientos que no se dicen, el volver a empezar, el legado que dejas, etc. podrían ser muy interesantes. De hecho, lo son, pero el director no se centra en ninguno especialmente y combina charlas excesivamente grandilocuentes con combinaciones erráticas y algunas escenas que son solo para sorprenderte o provocarte sin quedarte claro al final de qué va la película.

No salí descontento pero tampoco tenía muy claro que me quería haber contado en esa peli aunque dio un poco de conversación en las cervezas de después que acabó siendo más interesante que la propia película.

Quizá si la vuelvo a ver me entra mejor y le veo más aciertos pero por ahora solo veo algo visualmente bonito, con estilo pero hueco y a veces un poco relamido, de querer adornarse. Eso sí, el cartel de la película y la escena del anuncio son una operación de publicidad soberbia. Ese personaje apenas importa en la película.

El renacido

ElRenacido

Ya comenté hace tiempo que Iñarritu es un director con el que me siento cómodo y que casi todas sus películas me gustan pero es que además desde que vi el tráiler de esta película en pantalla grande estaba seguro que debía verla en pantalla grande cuanto antes, grandes paisajes y que me sonaba en la línea de «Las aventuras de Jeremiah Johnson» y ese tipo de películas que te llenan y te hacen comulgar con la naturaleza y el espíritu de superación del hombre.

Y aunque estaba equivocado —no había leído mucho sobre el argumento— no me ha decepcionado nada. Leonardo DiCaprio está fantástico y se ha merecido el Oscar, pero es que el papelón de Tom Hardy es aún mejor.

La película empieza con fuerza, con unos indios atacando a unos tramperos del ejército que se defienden como pueden mientras se ponen a salvo. Escena de acción rodada con mucho gusto, sin ahorrar truculencia pero tampoco recreándose, con la cámara muy viva pero sin liarte demasiado, aguantando mucho los planos. Y en esa secuencia ya quedan retratados todos los personajes, los nobles como el capitán, los supervivientes un tanto animales como Tom Hardy, los ingenuos como el joven y también la adoración de DiCaprio por su hijo y del hijo por el padre.

Una adoración que es la clave de la película, adoración que hace que no abandonen a DiCaprio cuando le ataca el oso, una adoración que le conduce a la muerte por salvar a su padre y una vez el hijo muere, esa adoración es el motivo de que DiCaprio sobreviva. Pura venganza en un mundo salvaje y cruel en el que solo eres lo que los demás pueden sacar de ti. Un mundo incivilizado en el que es fácil encontrar justificación para engañar, dejar atrás a gente o ese tipo de cosas.

Es más, a mí me parece que los personajes de Tom Hardy y Leonardo DiCaprio tienen puntos en común. Saben lo que es sobrevivir en lo salvaje, sin apenas leyes y dependiendo de uno mismo, solo que uno todavía mantiene muchos rasgos de generosidad, nobleza y humanidad mientras que el otro se ha hecho una especie de fuerza de la naturaleza casi completamente amoral.

La película tiene escenas soberbias de acción, la del ataque del oso y otras francamente emocionantes como cuando DiCaprio se libera de su tumba y se queda dormido junto al cadáver de su hijo. Una película poderosa, visceral y con un final francamente bueno en el que el propio Hardy es demoledor al recordar a DiCaprio que la venganza no le devolverá a su hijo.

La única pega que le pongo es las ensoñaciones y alucinaciones de DiCaprio, que a veces se hacen largas y el paralelismo entre su historia y la del jefe indio, que aunque es interesante no lo termina de explotar bien.

Francamente, la recomiendo mucho.