Gente fácil, gente difícil

Esta es una entrada de esas tontas en las que hablo de cómo es la gente. Una entrada de cómo es la gente y cómo la veo yo —con todos mis defectos y sesgos— comportarse por la vida. Se podría resumir fácilmente  en dos frases:

Hay gente que hace fáciles las cosas difíciles y gente que hace difíciles las fáciles. Sorprendentemente los segundos se dan más importancia.

Y es que con los años cada vez me parece más sorprendente la cantidad de gente que pone todo tipo de pegas y condiciones para hacer una cosa sencilla. Gente que reniega, de primeras dice no, habla de la dificultad de hacerlo y que además va de salvadora del mundo. Y por supuesto, todo ello bien publicitado para que se enteren todos a su alrededor. Porque son cosas que requieren una grave reflexión y esfuerzo, aunque en el tiempo en que se quejan y lo pían por ahí ya lo podrían haber hecho. Sin olvidar que seguramente habrá costado alguna pequeña discusión o una recriminación velada.

Después está ese tipo de personas que cuando te ves en un marrón tremendo se ponen a ayudarte, o a solucionar lo que les has encargado —y que no es sencillo— con tranquilidad y buena disposición. Muchas veces con una sonrisa en la boca y algo de humor que aligera la gravedad de las cosas. O simplemente sin quejarse, sólo haciéndolo,no se necesita una fuente de optimismo y alegría; simplemente que no te amargue una tarea ya de por sí complicada. Y que, por supuesto, las cosas fáciles las hace casi sin pedirlo, automáticamente.

Pero si en vez de mirar las cosas y juzgar lo hechos, escuchas lo que se dice y te llega, pues parece que el primer tipo es el solucionador de las cosas, el importante; mientras que el segundo tipo hace mucho menos ruido y parece que no importan, que no existen.

Realmente es algo a lo que doy vueltas también en otros sentidos: la flexibilidad a la hora de quedar, el no poner problemas para ir a sitios, pedir cosas de comer, ver cualquier tipo de películas o escuchar varias música… Parece que quien más se queja y menos cede en sus gustos es por el que más se preocupa la gente y al que hay que contentar más porque ¡a ti te da igual! Al final dan ganas de poner dificultades y pegas solo por el hecho de hacerte notar, pero eso creo que es carne de otra entrada.

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